lunes, 10 de septiembre de 2012

Año Nuevo II

"Aunque quisiera, igual me valdría verga.
 Digo yo, uno ve por ahí al típico pelado pendejo de universidad, o al triquero camellando en los semáforos, al aniñado de corbata, a la vieja rica o a la vieja hecho verga... Como doña Laura (y cree que tiene el señor cuerpo esa vieja). Puedes ver cualquier huevada andar por la calle, igual te valdría verga lo que hace con su vida. Chucha ni cagando, meterse pistola y ver puros culos ricos por ahí... ¡Sería arrechísimo! Pero ya a la verga, si a todos nos parieron para ser la huevada que somos, qué chucha del otro hijueputa que camina enfrente."

Los dedos aún le olían a cenizas. No, no era por el olor a monigote incendiado que aún bañaba el ambiente del parque, ni por las camaretas mal armadas que se esmeraba en vender cada fin de año. Era un olor a ceniza peculiar, algo dulce.
Se agarró a la botella y no la soltó de su boca durante cinco segundos. Su capacidad muy sorprendente de tomar era dificil de discernir si era alcohol, o agua.

"Ahh... Ya que chucha, que mas arrecho que andar grifotooote, o andar periqueado con su buen pedro en la mano. Déjate de huevadas. Y me vale verga lo que me diga cualquier hijueputa. Que si que no te da vergüenza, que ponte a trabajar, que gordo vago... ¡ME VALE BOLSA! Me viene algún hijueputa a montarme la de patán y le saco la chucha a ese careverga! Mas son esos pacos hijueputas los que más joden con su huevada. Bien que esos hijueputas también se meten pistola, andan tirando la de samaritano y se fuman esos buenos bates de lo que sacan por ahí, a esos pobres pendejos. Creen que yo no sé que esos mamavergas se meten atrás de acuarelas o se avanzan hasta los vergeles a fumarse su huevada. Tss, mamavergas... Y vienen a tirar la de hipócritas, sapos hijueputas. Y no falta el que se asoma por ahí ¿Ya pues y cuál es oficial? ¡Si uno no le hace daño a nadie! ¡Si son muchos los que fuman en este país! Yo vivo de mi señora madre, ¡Yo no soy ladrón! Sólo porque a uno lo ven feo..."

 Por ahí donde lo ven, habla entre dientes. Apenas se le entiende el balbuceo, pero el jura que habla como un político, o como esos evangélicos que se suben a las busetas y te salpican toda la baba cuando arremeten con su biblia.
Es todo un personaje para la estampa del barrio, porque de persona no tiene nada. Es de aquellas que cobran vida cuando se aferran a la botella. Siempre se lo ve celebrando, pero dios sabrá porqué.

"¡Feliz año chuchasdesumadre! Y así yo vivo bien, ¡Asi es! No me falta nada, ni siquiera una hembra. Para mí, todas son mis hembras. Yo soy como el perro, yo no soy de andar con señora, sino como jota jota de andar de puro hijueputa con cualquier man. Y aunque quisiera estar con una, aunque quisera volver a empezar de nuevo, aunque la vida se preste en meterme el dedo, igual... me valdría verga."

La botella ya estaba casi vacía. Y la vida aún se veía aburrida.